Título original:The Omen

Año:2006

Duración:110 min.

País:Estados Unidos

Dirección:John Moore

Guion:David Seltzer

Música:Marco Beltrami

Fotografía:Jonathan Sela

Reparto:Seamus Davey-Fitzpatrick, Liev Schreiber, Julia Stiles, Mia Farrow, David Thewlis, Michael Gambon, Pete Postlethwaite, Predrag Bjelac, Harvey Stephens, Carlo Delmi, Giovanni Lombardo, MyAnna Buring, Kammy Darweish, Reggie Austin, Janet Henfrey, Pavel Cajzl, Richard Rees, Nikki Amuka-Bird, Federico Pacifici, Alessandra Vanzi, Massimo Bellinzoni, Vee Vimolmal, Joe Towne, Curtis Matthew

Productora:20th Century Fox

Género:Terror


Sinopsis:Muchos creen que la profecía del Libro de la Revelación, también conocido como Apocalipsis, plantea el mapa de un terrible futuro… o presenta fragmentos de la historia que se han hecho realidad en nuestra época. Las señales, proclaman, están a nuestro alrededor en forma de ataques terroristas, fenómenos meteorológicos extremos… la lista continúa. El pasaje apunta en concreto a la llegada del Anticristo, que está marcado con la secuencia numérica "666": la marca de la Bestia Robert Thorn ignora por completo estas oscuras profecías. Thorn, un diplomático americano de alto rango, tiene otras cosas en mente. Su mujer, Kathryn, ha sufrido un penoso alumbramiento y todavía no sabe que su hijo recién nacido ha muerto. El sacerdote del hospital, el Padre Spiletto, se presenta a Thorn con otro niño que ha nacido esa misma noche y cuya madre ha fallecido en el parto. El cura apremia a Thorn para que acepte al chico como si fuera suyo; Kathryn nunca sabrá la verdad, y su hijo, al que pondrán por nombre Damien, crecerá como si fuera de ellos. Kathryn acepta al hijo como propio, volcándose en él como cualquier madre; Thorn, parece ser, ha tomado la decisión correcta. Pero ciertos acontecimientos, que aparentemente giran en torno a Damien, el cual ahora ya cuenta con cinco años de edad, son profundamente perturbadores. Los angustiantes incidentes se multiplican, lo que indica que algo malo, tremendamente malo, pasa con Damien. La profecía está clara, los signos no dejan lugar a dudas: ha llegado la hora del Armagedón.